PLAN DIRECTOR DEL CASTILLO DE ISCAR

El edificio presentaba serias grietas procedentes de movimientos estructurales nada claros. Un control de testigos evidenciaba el movimiento continuo de todas las grietas y un estudio geotécnico reseñaba una preocupante falta de consistencia del sustrato portante. Paralelamente un levantamiento tridimensional puso de manifiesto desplomes y deformaciones muy importantes. El estudio evolutivo marcaba alguna de las claves de interpretación. A finales del siglo XV se intentó un refuerzo consistente en dos grandes cubos macizos que lejos de solucionar el problema contribuyeron a agravarlo. Finalmente, en el siglo XVI se sustituyó la pared del cubo caído y se apeó con un machón central en la bóveda.

Resultaban por tanto evidentes dos consideraciones iniciales: el castillo se movía y cada fase constructiva lo hacía de forma independiente. Inicialmente en una actuación de urgencia se cosió y dio traba a cada etapa constructiva de forma independiente para garantizar que cada fábrica histórica no se descompusiese a causa del movimiento, pero evitando coser o atar unas fábricas históricas a otras, modificando sus movimientos y alterando por tanto el funcionamiento estructural generado por el propio proceso evolutivo. El edificio continua bajo control de movimientos.

 

  • Situación: Iscar, Valladolid
  • Año de ejecución: 2002-2006
  • Equipo: Fernando Cobos, arquitecto director, Valentín Cobo, arquitecto técnico, Manuel Retuerce, arqueólogo, Mercedes González, María Selgas y Ricardo Martín, arquitectos colaboradores, ingenieros de la Fundación Betancourt, Roberto Tomillo y Sarah María Álvarez, topógrafos, Javier de Castro y Roció Casas, historiadores
  • Promotor: Ayuntamiento de Iscar y Junta de Castilla y León
  • Contratista principal: Fernando Cobos Estudio Arquitectura