La puerta de San Andrés ha sido sometida a una restauración integral, habiéndos solventado problemas estructurales de algunas de sus partes e interviniendo activamente en la recuperación de todos sus paramentos, con importantes reposiciones de sillares y sillarejos de piedra.
El proyecto de restauración ha abarcado múltiples estudios del monumento; las excavaciones arqueológicas permitieron confirmar la presencia primitiva del foso y del
terraplén vinculado a la puerta. Así, la recuperación del foso ha permitido eliminar todos los pavimentos que hacían que las humedades de la laguna salieran por los muros de la puerta y facilitar que el terreno y las fábricas respiren. Por otra parte, se ha pretendido que una estructura tan compleja pudiera ser entendida por los visitantes. De esta forma, la reconstrucción parcial del primitivo terraplén mejora la interpretación del monumento y permite hacerse una idea de cómo fue la muralla de Villalpando.
Para no llevar las tierras del terraplén hasta los paramentos de la puerta como originariamente sucedía (evitando así las humedades y el ocultar las evidencias arqueológicas del proceso) se han marcado unos cortes en el terraplén con acero (haciendo ver que no pertenecen a la forma original del sistema defensivo). Estos espacios entre el terraplén y los muros de la puerta permiten al visitante reconocer los elementos del proceso constructivo y, mediante la nueva escalera, el acceso a la primitiva ronda sobre la puerta del siglo XIII.
enlace