Torre de Montealegre
La gran torre pentagonal del imponente castillo construido por los Meneses a principios del s. XIV y que domina la Tierra de Campos, fue desmochada a finales del s. XIX para sacar piedra hasta reducirla sólo a 20 metros de altura, eliminando las bóvedas superiores que apoyaban en un pilar del que se conservaron sus arranques, convirtiendo la segunda planta en una gigantesca piscina que arruinaba las bóvedas inferiores. Un murete de remate de piedra sin grosor coronaba la estructura desde mediados del s. XX. El reto de la intervención era cubrir y cerrar la torre reflejando los grosores reales de los muros y las dimensiones de los espacios originales, pero sin dar la apariencia de que la torre terminaba a esa cota del desmoche y sugerir que seguía subiendo. La intervención ha recuperado estos niveles interiores con una estructura de madera que rellena este hueco y sugiere su continuidad en altura a través de su azotea visitable, con la continuación en madera de la escalera de caracol sin pilar central y permitiendo la continuidad visual del pilar central que sujetaba la bóveda desaparecida a través de los huecos que perforan los forjados hasta la azotea.
La estructura consiste en dos grandes vigas paralelas que se cruzan de forma perpendicular en cada nivel, pero no tocan el pilar central. En el interior un panel de madera acota la zona habitable de la torre y en la azotea el grosor de los muros se corresponde con el remate de cubierta metálico no transitable.