La recuperación de los arcos del caballero está recogida en el Plan Director de 1994 como obra final de remate del proyecto de reforma interior que debía mejorar las condiciones de acceso turístico al edificio en general y a la torre del homenaje en particular. La recuperación en todo caso se limita a aquellos arcos de los que quedan restos importantes y que estuvieron en pie en la segunda mitad del S.XX.
La construcción de la plataforma interior que facilita las vistas sin forzar a asomarse por el almenaje. En este caso aprovecha la propia condición del propio caballero para reforzar el entendimiento del espacio original de la azotea.